Orígenes del confit de pato

Una de las alternativas culinarias que ofrece la carne de esta ave es el confit de pato, cuyo origen encontramos en Francia. Este plato se consume habitualmente en todo el país, aunque es especialmente típico en la región de Gascuña.

La palabra ‘confit’ viene del idioma francés y se traduce como confitar. Es una técnica culinaria que consiste en cocinar los alimentos a muy baja temperatura y durante un largo tiempo. Su uso no se limita únicamente a carnes como el confit de pato, que se cocina usando su propia grasa y se envasa después herméticamente usando como cobertura esa misma grasa para evitar el contacto con el exterior, sino también para la preparación y conservación de frutas en almíbar o miel.

La buena noticia es que actualmente podemos encontrar el producto ya precocinado y listo para darle el toque final con acompañamientos dulces o salados. El resultado es una carne de textura jugosa, tierna, con un sabor intenso y muy estimulante para el paladar.

Propiedades de la carne de pato

- Es una de las carnes más saludables que existen, con un alto contenido de proteínas de calidad y fuente de vitaminas del grupo B, además de selenio, hierro y zinc.

- Al eliminar la piel del pato, conseguimos que se pierdan la mayor parte de grasas saturadas.

- Fortalece el sistema inmunológico, actuando como reparador celular y mejorando las defensas.

- Ofrece una amplia variedad de presentaciones y opciones de preparación para ocasiones especiales.

- Su sabor es más intenso que el de otras aves y su textura le confiere una experiencia única al paladar.

Receta de lingote de confit de pato

El lingote de confit de pato se puede preparar de forma rápida y sencilla si compramos el producto ya precocinado.

Una vez abierto el envase, procedemos a cortar la pieza en 12 partes, teniendo especial cuidado de hacerlo en frío, por la parte grasa y sobre una tabla adecuada para ello.

El siguiente paso consiste en dorar las piezas de confit en una sartén con aceite de oliva, siempre por el lado donde se encuentra la grasa del pato. Reservamos el jugo resultante para dar sabor al acompañamiento.

A continuación, servimos cada pieza de forma individual y la acompañamos con patatas paja, que previamente habremos humedecido en la grasa resultante de la preparación del pato para darles un exquisito sabor.

Para un emplatado perfecto, basta con añadir una reducción de vinagre balsámico como decoración y ya tenemos un sencillo y delicioso plato de lingote de confit listo para degustar.